domingo, 25 de abril de 2010

Decidió que no quería respirar; quería ahogarse con él, mar. Que esa mezcla de agua, desesperación, clímax, sal y soledad le arrancasen hacia la vida; siendo su morfina ante la realidad. Y así; con el último orgasmo de la luna, se fue...fundiéndose en aquel eclipse de exenta agonía.

lunes, 12 de abril de 2010

Supongo que he creído conocerme demasiado o que el fingido no conocerme nada, quizás esas horas de incierta soledad eran más bien una salvación que la agonía que creía devorarme, cuando en verdad el propio clamor del espejo me atormenta y mis propios pasos se vuelven pesados a medida que mi ritmo cardíaco les acelera, trucandoles para que crean volar. Si..desaparecer es uno de los sueños más absurdos y cuerdos que me abruman, poder elegir otra realidad en la que no exista nadie nisiquiera yo, ni siquiera tú

domingo, 11 de abril de 2010

La irremediable despedida que acontecía a aquellos besos de café era quizás lo que hacia que fueran tan eternos como efímeros, tan conocidos como extraños, el todo en la nada... la libertad de estar preso en alguien…como decía Cernuda. Huracán entre brisas que acalla suspiros para tornarlos en abismos. Este continúo sinsentido que se ha atado a mi sombra y me persigue por mis infiernos… que mi piel ha hecho suya; esta piel egoísta, que más que piel es espina, se dedica a clavarse en cada costado que la toca sin importarla un ápice el clamor ahogado que produce.