lunes, 23 de agosto de 2010

Imagino que de un momento a otro sere capaz de enfrentarme a mi misma y saltar al vacio. Toca cambiar las reglas del juego, se acabó que esta infinita ingenuidad no haga más que abofetearme. Me toca. Supongo que perder o ganar tan solo son mitos… a estas alturas únicamente vale saber lo que siento y sentí… e ignorar mi sentido común; ya me he cansado de que la cobardía lo invada todo y las desapariciones sean la única salida. La desilusión quedará abrazada a los posos de café y cómo ves, mi única respuesta será la indiferencia.
El caos que, por norma general había decidido establecerse como suplemento alimenticio, estaba terminando conmigo. Bajar la guardia, perder el sentido, envolverse en sí mismo. No ve, no oye… ni siquiera me reconoce. El pánico juega con la angustia apostando cual de las dos me vencerá primero… y lo que no saben, es que, en verdad, ya lo han logrado al unísono.