domingo, 8 de noviembre de 2009

Tras pasar los días, y ver atardecer en las llanuras del tiempo mi mente se va abriendo camino a pincelada limpia contra la goma de borrar. La idea del deseo me tiene cautiva, irrumpe continuamente en mis pupilas, haciéndome caer en el abismo de aquellas palabras, quiero remediarlo, pero ya es tarde, ha ocupado mis labios en contra de todo pronóstico y no piensa marcharse, es lógico tras haber probado la hiel del veneno. Doy vueltas en la torre donde sigo presa, pero aunque intente engañarme, nunca he querido abandonarla.

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