jueves, 5 de noviembre de 2009

Otoños de Madrid.

Quizás lo único que deseaba era un grito, un atisbo de aquella locura; volver a caerme entre la densidad verde que aún me atrapa y perderme en ella. Correr hacia aquella ola que tanto me cautiva, posar mis dedos sobre ella y dibujar un acorde que lo rompiera todo. Quizás solo quería volver a desaparecer entre aquella corriente, que descolocaba mi pelo y hacía vibrar mi alma.

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