Tormenta de nieve; curioso cómo el privilegio de tu piel trascendió a dominio público creyéndome desate de tus deseos; embustera autonomía. Escalofrío de mis vértebras, ven, quémate conmigo.
Combustión lenta, desesperación por perderte entre mis ataduras. Atrévete a pensarme; no tengas miedo, jamás hablo de amor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario