Me he terminado cerciorando, todo lo que añoro es sueño.
Tus manos, humo en mí, extensión de mi piel, huella perpetua. Surcas cada una de mis noches, anhelando tus mares; cobarde oleaje.
Lidero un complot al corazón, derrocarle del mando, anarquía de mi cuerpo.. Así que vuelvo a amarrar las plumas de pavo real a mi espalda, continúo la huelga contra mis impulsos, aún no ha pasado la guerra.
1 comentario:
Hacía mucho que no te leía :)
Me algra saber que sigues escribiendo... Y ahora más que nunca, parece ser que nadie tiene el control de su cuerpo y mente en estos días que corren.
Espero que estés bien a ver si quedamos para tomarnos es ansiado café (en mi caso análogo a él).
Un beso enorme!
P.D: A ver si te pasas por mi blog! Muak
Publicar un comentario