miércoles, 8 de septiembre de 2010

La verdad... ahora que el cristal ha dejado de ser opaco, mi desesperación por encontrarme va cesando…calmándose más bien. Sin embargo la herida se acrecienta al paso de la luz. Se me nublan los sentidos pero me abre los ojos, debe ser la luna... es que aún no te has dado cuenta de que en Madrid no se ven las estrellas.

1 comentario:

A.cid dijo...

Niña nublada, quiero verte la semana que viene.